Para
comenzar a adentrarnos en el tema leemos lo dicho por Julio Cortázar en el
marco de unas clases de literatura que dio en EE.UU. en el año 1980:
"
(...) el desconcierto que me produjo una vez que le presté una novela a un
compañero de clase a quien quería mucho. Debíamos tener doce años y la novela
que le presté era una que acababa de leer y me había dejado absolutamente
fascinado; una de las novelas menos conocidas de Julio Verne, El secreto de
Wilhelm Storitz, en la que Verne planteó por primera vez el tema del hombre
invisible (...). La novela de Verne no es de las mejores de las suyas pero el
tema es fascinante (...). Se la presté a mi compañero y me la devolvió
diciendo: No la puedo leer. Es demasiado fantástica. Me acuerdo como si
me lo estuviera diciendo en este momento. Me quedé con el libro en la mano como
si se me hundiera el mundo, porque no podía entender que ese fuera el motivo
para no leer la novela. Allí me di cuenta de lo que me sucedía: desde muy niño
lo fantástico no era para mí lo que la gente considera fantástico; para mí era
una forma de la realidad que en determinadas circunstancias se podía
manifestar, a mí o a otros, a través de un libro o un suceso, pero no era un
escándalo dentro de una realidad establecida. (...) Yo aceptaba una realidad
más grande, más elástica, más expandida, donde entraba todo."
Julio Cortázar.
Clases de literatura.
Una literatura en el límite: el género fantástico
Los
relatos fantásticos transcurren en un mundo ficcional muy similar al real. En
un contexto en el que todo parece ser común y corriente, irrumpe un elemento o
sucede un hecho extraordinario que se transforma en conflicto. Los
elementos o situaciones extrañas, mágicas o sobrenaturales que aparecen son cuestionados por los personajes, que
tienen que elegir entre aceptar lo inesperado como posible, intentar explicarlo
mediante las leyes naturales o dejar que permanezca en el misterio.
Así, la
historia oscila entre lo real y lo irreal, entre lo cotidiano y lo
extraordinario, lo posible y lo imposible. Esta vacilación se conoce como efecto
fantástico.
Este
género nace en el siglo XIX en oposición al género realista y en contraposición
al pensamiento científico. Lo otro, lo desconocido, entendido como lo sobrenatural,
empieza a transformarse en algo natural. El género fantástico se hace cargo de
todo lo que no se dice o de todo lo que no se puede decir a través de formas
realistas.
Fantástico puro, impuro y extraño
Un
teórico búlgaro, llamado Tzvetan Todorov propone una clasificación de los
relatos fantásticos según cómo los personajes tratan de explicar los sucesos
extraordinarios dentro de la historia:
·
FANTÁSTICO PURO:
el suceso extraordinario permanece sin explicación. La incertidumbre y la
ambiguedad no se resuelven nunca. El efecto fantástico no termina.
·
FANTÁSTICO
IMPURO: la incertidumbre se mantiene hasta el final, pero allí se dan indicios
que orientan hacia una explicación sobrenatural. Así, lo que parecía imposible
se transforma en posible.
·
FANTÁSTICO
EXTRAÑO: la experiencia inquietante consiste en que algo familiar se convierte
en desconocido; pero finalmente se explica mediante las leyes del mundo real,
la razón, la naturaleza y la ciencia.
Los temas de la literatura fantástica
Los
cuentos y las novelas fantásticas tratan sobre los temas que siempre han
preocupado a la humanidad en su cuestionamiento sobre el mundo y sus
limitaciones. ¿Qué es la realidad? ¿Qué hay más allá de lo que podemos
percibir? ¿Cuáles son los límites de nuestra mente y del universo?
El hombre
abandona por momentos la soberbia de pensar que lo sabe todo y se permite
cuestionar sobre su propia percepción. La literatura es escenario de historias
que dejan entrar lo sobrenatural como un problema que debe enfrentarse.
Algunas
de las temáticas más recurrentes son:
Las alteraciones
de tiempo y espacio: aparecen dimensiones desconocidas, viajes al futuro o
al pasado, a tierras lejanas e imaginarias en un instante.
La vida y la muerte: los muertos
reviven y los espíritus vagan entre los vivos.
El mundo
de los sueños y la realidad: se juega con los límites entre el mundo
onírico del inconsciente y el mundo exterior. Soñadores que nunca despiertan,
sueños dentro de otros sueños, personajes que saltan de un espacio a otro son
algunos ejemplos.
Encantamientos y fuerzas sobrenaturales: metamorfosis y transformaciones de todo tipo. Animales que hablan,
objetos que se mueven, apariciones y desapariciones.
Personajes sobrenaturales: hombres lobo,
vampiros, fantasmas, apariciones, zombies, momias, dioses.
Extraído de Lengua y
Literatura 1/2. Editorial SM y de La ficción como creadora de mundos
posibles. Editorial Longseller.