martes, 23 de junio de 2015

¡Fantástico!



Para comenzar a adentrarnos en el tema leemos lo dicho por Julio Cortázar en el marco de unas clases de literatura que dio en EE.UU. en el año 1980:

" (...) el desconcierto que me produjo una vez que le presté una novela a un compañero de clase a quien quería mucho. Debíamos tener doce años y la novela que le presté era una que acababa de leer y me había dejado absolutamente fascinado; una de las novelas menos conocidas de Julio Verne, El secreto de Wilhelm Storitz, en la que Verne planteó por primera vez el tema del hombre invisible (...). La novela de Verne no es de las mejores de las suyas pero el tema es fascinante (...). Se la presté a mi compañero y me la devolvió diciendo: No la puedo leer. Es demasiado fantástica. Me acuerdo como si me lo estuviera diciendo en este momento. Me quedé con el libro en la mano como si se me hundiera el mundo, porque no podía entender que ese fuera el motivo para no leer la novela. Allí me di cuenta de lo que me sucedía: desde muy niño lo fantástico no era para mí lo que la gente considera fantástico; para mí era una forma de la realidad que en determinadas circunstancias se podía manifestar, a mí o a otros, a través de un libro o un suceso, pero no era un escándalo dentro de una realidad establecida. (...) Yo aceptaba una realidad más grande, más elástica, más expandida, donde entraba todo."
Julio Cortázar.
Clases de literatura.


Una literatura en el límite: el género fantástico

Los relatos fantásticos transcurren en un mundo ficcional muy similar al real. En un contexto en el que todo parece ser común y corriente, irrumpe un elemento o sucede un hecho extraordinario que se transforma en conflicto. Los elementos o situaciones extrañas, mágicas o sobrenaturales que aparecen  son cuestionados por los personajes, que tienen que elegir entre aceptar lo inesperado como posible, intentar explicarlo mediante las leyes naturales o dejar que permanezca en el misterio.
Así, la historia oscila entre lo real y lo irreal, entre lo cotidiano y lo extraordinario, lo posible y lo imposible. Esta vacilación se conoce como efecto fantástico.
Este género nace en el siglo XIX en oposición al género realista y en contraposición al pensamiento científico. Lo otro, lo desconocido, entendido como lo sobrenatural, empieza a transformarse en algo natural. El género fantástico se hace cargo de todo lo que no se dice o de todo lo que no se puede decir a través de formas realistas.


Fantástico puro, impuro y extraño

Un teórico búlgaro, llamado Tzvetan Todorov propone una clasificación de los relatos fantásticos según cómo los personajes tratan de explicar los sucesos extraordinarios dentro de la historia:

·         FANTÁSTICO PURO: el suceso extraordinario permanece sin explicación. La incertidumbre y la ambiguedad no se resuelven nunca. El efecto fantástico no termina.
·         FANTÁSTICO IMPURO: la incertidumbre se mantiene hasta el final, pero allí se dan indicios que orientan hacia una explicación sobrenatural. Así, lo que parecía imposible se transforma en posible.
·         FANTÁSTICO EXTRAÑO: la experiencia inquietante consiste en que algo familiar se convierte en desconocido; pero finalmente se explica mediante las leyes del mundo real, la razón, la naturaleza y la ciencia.



Los temas de la literatura fantástica

Los cuentos y las novelas fantásticas tratan sobre los temas que siempre han preocupado a la humanidad en su cuestionamiento sobre el mundo y sus limitaciones. ¿Qué es la realidad? ¿Qué hay más allá de lo que podemos percibir? ¿Cuáles son los límites de nuestra mente y del universo?
El hombre abandona por momentos la soberbia de pensar que lo sabe todo y se permite cuestionar sobre su propia percepción. La literatura es escenario de historias que dejan entrar lo sobrenatural como un problema que debe enfrentarse.
Algunas de las temáticas más recurrentes son:
Las alteraciones de tiempo y espacio: aparecen dimensiones desconocidas, viajes al futuro o al pasado, a tierras lejanas e imaginarias en un instante.
La vida y la muerte: los muertos reviven y los espíritus vagan entre los vivos.
El mundo de los sueños y la realidad: se juega con los límites entre el mundo onírico del inconsciente y el mundo exterior. Soñadores que nunca despiertan, sueños dentro de otros sueños, personajes que saltan de un espacio a otro son algunos ejemplos.
Encantamientos y fuerzas sobrenaturales: metamorfosis y transformaciones de todo tipo. Animales que hablan, objetos que se mueven, apariciones y desapariciones.
Personajes sobrenaturales: hombres lobo, vampiros, fantasmas, apariciones, zombies, momias, dioses.



Extraído de Lengua y Literatura 1/2. Editorial SM y de La ficción como creadora de mundos posibles. Editorial Longseller.

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